Limpiar la tela de un sofá puede parecer una tarea complicada, pero con los métodos adecuados y los productos correctos, puedes mantenerlo en perfectas condiciones sin dañarlo. En este artículo, encontrarás una guía paso a paso donde te explicamos cómo limpiar un sofá de tela, con consejos prácticos y efectivos para dejar tu sofá impecable, libre de manchas y malos olores. ¡Comencemos!
Contenidos:
Antes de comenzar con la limpieza, es fundamental identificar el tipo de tela del sofá. Esto determinará qué productos y métodos son seguros:
- Algodón o lino: Más delicados, requieren cuidado con la humedad.
- Poliéster o microfibra: Resisten mejor los líquidos, fáciles de limpiar.
- Terciopelo: Necesitan métodos especiales de cepillado.
Revisa la etiqueta del fabricante, donde encontrarás códigos de limpieza:
- W: Limpieza con agua.
- S: Solo limpieza en seco.
- WS: Puedes usar agua o productos en seco.
- X: Solo aspirado profesional.
Cómo limpiar manchas específicas en un sofá de tela
Eliminar manchas de un sofá de tela puede parecer complicado, pero si se actúa con rapidez y se utilizan los productos adecuados, es posible devolverle su aspecto original sin dañar el tejido. Es importante tratar cada tipo de mancha de forma específica, ya que su origen determina el tratamiento necesario. Una limpieza incorrecta puede fijar aún más la mancha, extenderla o deteriorar la tela del sofá. A continuación, explicamos a fondo cómo actuar ante cada tipo de mancha y por qué se aplican estos métodos.
Manchas de bebidas o comida
Las manchas de bebidas como café, té, vino, zumos o refrescos, así como restos de alimentos, son muy comunes en sofás de tela y deben tratarse de inmediato para evitar que penetren en las fibras y se sequen, lo que las hace más difíciles de eliminar. Al derramarse un líquido, la tela absorbe rápidamente, por lo que el primer paso es absorber el exceso con un paño limpio o papel absorbente sin frotar, ya que frotar puede hacer que la mancha se extienda o se adhiera más profundamente.
Una vez absorbido el líquido, prepara una mezcla de agua tibia con jabón neutro, que es lo suficientemente suave para no dañar el tejido ni decolorarlo. Humedece un paño limpio con esta solución y frota suavemente la zona afectada con movimientos circulares. El jabón neutro ayuda a descomponer los restos orgánicos sin dejar residuos pegajosos. Por último, seca la zona con un paño limpio y asegúrate de que no quede humedad residual.
Manchas de grasa o aceite
Las manchas de grasa, ya sea de comida, aceite corporal o productos cosméticos como crema o maquillaje, son difíciles porque no se disuelven con agua. La mejor manera de tratarlas es utilizando bicarbonato de sodio o polvos absorbentes como maicena o talco. Estos productos tienen una capacidad natural para absorber las partículas grasas, extrayéndolas de las fibras del tejido.
Para eliminar la mancha, espolvorea bicarbonato de sodio directamente sobre la zona afectada y déjalo actuar durante al menos 30 minutos, permitiendo que absorba la grasa. Si la mancha es reciente, puedes dejarlo más tiempo para maximizar el efecto. Después, utiliza un cepillo de cerdas suaves para retirar el bicarbonato sin dañar la tela y limpia con un paño ligeramente humedecido en agua. Si la mancha persiste, puedes repetir el proceso o aplicar un poco de jabón neutro diluido.
Manchas de tinta o bolígrafo
Las manchas de tinta pueden parecer permanentes, pero si se actúa rápidamente, se pueden eliminar eficazmente. La tinta se adhiere a las fibras debido a los pigmentos y solventes que contiene, por lo que es necesario un producto que la disuelva sin dañar la tela. El alcohol isopropílico es la mejor opción, ya que actúa como un disolvente que descompone los componentes de la tinta sin decolorar ni debilitar el tejido.
Para eliminar la mancha, aplica unas gotas de alcohol en un paño limpio y frota suavemente sobre la mancha, siempre con movimientos hacia el centro para evitar que se extienda. Es importante no empapar la tela y trabajar con cuidado, ya que un exceso de alcohol podría dañar ciertos tejidos delicados. Después, seca la tela con un trapo limpio.
Manchas de mascotas (orina, saliva o barro)
Las manchas provocadas por mascotas son especialmente problemáticas porque no solo dejan residuos visibles, sino que también generan olores desagradables que pueden persistir si no se tratan correctamente. En casos de orina o saliva, además de la limpieza visible, es necesario neutralizar los olores y desinfectar la zona afectada para eliminar las bacterias que generan el mal olor.

El vinagre blanco mezclado con agua es la solución ideal porque tiene propiedades antibacterianas y neutralizadoras de olores. Aplica esta mezcla con un pulverizador sobre la zona afectada y deja actuar unos minutos. El vinagre descompone las bacterias responsables del mal olor y limpia sin dejar residuos químicos.
Si la mancha es reciente, puedes absorber primero el exceso con papel absorbente. Para manchas secas, complementa con bicarbonato de sodio después de aplicar el vinagre, ya que absorberá cualquier humedad residual y eliminará los olores restantes.
Manchas de sangre
Las manchas de sangre deben tratarse con agua fría, nunca caliente, ya que el calor fija la proteína de la sangre en las fibras, haciéndola mucho más difícil de eliminar. Moja un paño limpio con agua fría y presiona sobre la mancha para absorber la sangre sin frotar. Si la mancha persiste, prepara una pasta con bicarbonato de sodio y un poco de agua, aplícala sobre la zona y déjala actuar durante 15-20 minutos. Retira con un paño húmedo y repite el proceso si es necesario.
Manchas de vino tinto
El vino tinto es una de las manchas más temidas debido a su alto contenido en pigmentos. Si el derrame acaba de ocurrir, cubre rápidamente la mancha con sal gruesa, ya que absorberá el líquido y evitará que penetre en las fibras. Después de unos minutos, retira la sal y limpia la zona con una mezcla de agua y jabón neutro o con un paño humedecido en vinagre blanco, que ayuda a neutralizar los pigmentos del vino.
Manchas de café o té
Las manchas de café o té deben tratarse rápidamente porque contienen taninos, unos compuestos que pueden adherirse a las fibras de la tela con facilidad. Comienza absorbiendo el exceso de líquido con papel absorbente. Luego, aplica una mezcla de agua tibia y jabón neutro para descomponer los restos de la mancha. Si la mancha ya se ha secado, añade unas gotas de vinagre blanco o un poco de bicarbonato de sodio para potenciar el efecto de limpieza.
Manchas de chocolate o helado
El chocolate y los helados combinan grasa y azúcar, por lo que requieren un tratamiento doble. Retira primero el exceso con una cuchara o espátula para evitar que la mancha se extienda. Luego, aplica una mezcla de agua y jabón neutro para limpiar la zona. Si queda algún residuo graso, espolvorea bicarbonato de sodio y déjalo actuar antes de retirarlo con un cepillo.
Manchas de maquillaje
Las bases de maquillaje, especialmente las líquidas, pueden ser complicadas porque combinan pigmentos y aceites. Para eliminarlas, aplica una pequeña cantidad de alcohol isopropílico o jabón neutro directamente sobre la mancha con un paño limpio. Frota con movimientos suaves y retira el exceso con un paño húmedo. Evita productos fuertes como lejía, ya que pueden dañar el color de la tela.
Con estos métodos específicos, puedes eliminar prácticamente cualquier tipo de mancha de tu sofá de tela. Actuar con rapidez y utilizar los productos adecuados es clave para evitar que las manchas se fijen o dañen el tejido. Además, siempre realiza una prueba en una zona poco visible antes de aplicar cualquier producto para asegurarte de que no afecta al color ni a la textura del sofá.
¿Cómo limpiar sofá de tela en casa?
Para limpiar tu sofá de tela en casa de forma efectiva, asegúrate de tener a mano lo siguiente:
- Aspiradora con boquilla pequeña para eliminar polvo y residuos.
- Cepillo de cerdas suaves para evitar daños en la tela.
- Paños de microfibra o algodón limpios y sin pelusas.
- Jabón neutro o especial para tapicería.
- Bicarbonato de sodio para manchas y malos olores.
- Vinagre blanco como limpiador multiusos.
Una vez que sabes cómo tratar la tela, el siguiente paso es eliminar el polvo y la suciedad superficial que se acumula con el uso diario. Primero, si el tejido lo permite, cepillar antes de aspirar es un paso muy recomendable para optimizar la limpieza del sofá y garantizar que quede impecable.
Cepillar suavemente con un cepillo de cerdas suaves ayuda a aflojar las partículas de suciedad que pueden quedar atrapadas en el tejido, facilitando su eliminación durante el aspirado posterior.
Sin embargo, este paso debe realizarse con precaución, ya que no todos los tipos de tela son igual de resistentes al cepillado. Materiales más delicados, como el lino o algunos tipos de terciopelo, podrían dañarse o desgastarse si se aplica demasiada presión. Por esta razón, lo ideal es cepillar suavemente en movimientos circulares o siguiendo la dirección de la trama del tejido, y siempre asegurándote de que el cepillo tenga cerdas suaves y limpias.
Después de cepillar, utiliza una aspiradora con una boquilla pequeña y pasa por toda la superficie del sofá, prestando especial atención a los pliegues y costuras donde se concentran partículas de suciedad, migas o pelos de mascotas. Aspirar regularmente evita que el polvo se incruste en las fibras, lo que prolonga la vida útil de la tela y mantiene un aspecto limpio y fresco.

Después de aspirar, es hora de tratar las manchas y realizar una limpieza profunda, si es necesaria. Para preparar una solución segura y efectiva, mezcla agua tibia con unas gotas de jabón neutro, evitando productos fuertes que puedan dañar el color o las fibras.
Es recomendable humedecer ligeramente un paño de microfibra con esta mezcla y frotar la tela con movimientos suaves y circulares, sin empaparla. Empapar la tela puede provocar que el agua penetre en el relleno del sofá, generando humedad, malos olores o incluso moho. Si la mancha es muy resistente, puedes aplicar un poco de bicarbonato de sodio, que actúa como un abrasivo suave y absorbe residuos grasos sin dañar la superficie.
En caso de olores desagradables, el bicarbonato de sodio también resulta muy útil. Espolvorea una fina capa sobre todo el sofá y déjalo actuar durante al menos una hora. Este producto absorbe la humedad y neutraliza los olores al eliminar las bacterias que los causan.
Una vez transcurrido el tiempo, aspira el bicarbonato por completo. Si prefieres soluciones naturales, puedes mezclar vinagre blanco con agua y aplicarlo con un pulverizador en zonas específicas. El vinagre es un potente limpiador que, además de neutralizar los olores, ayuda a eliminar manchas sin deteriorar la tela.
Una vez terminada la limpieza, es fundamental secar bien el sofá para evitar la acumulación de humedad en su interior. Si el clima lo permite, abre las ventanas para que el aire circule y ayude a secar la tela. También puedes usar un ventilador o un secador de pelo a temperatura fría, ya que el calor puede dañar algunas fibras delicadas o provocar la aparición de manchas de agua.
Secar correctamente es igual de importante que la limpieza, ya que evita problemas futuros como la aparición de moho o la formación de malos olores.
¿Cómo limpiar un sofá de tela que huele mal?
Para limpiar un sofá de tela que huele mal, es fundamental atacar las causas del olor en lugar de simplemente enmascararlo. Los olores suelen ser provocados por la acumulación de humedad, restos de comida, sudor, derrames de líquidos o bacterias que quedan atrapadas en las fibras de la tela. Para eliminar estos malos olores de manera efectiva y sin dañar el sofá, puedes recurrir a métodos caseros y naturales que actúan directamente sobre el origen del problema.
El bicarbonato de sodio es uno de los mejores aliados para neutralizar olores en un sofá de tela. Este producto tiene propiedades absorbentes, lo que significa que no solo atrapa las partículas de olor, sino que también absorbe la humedad acumulada, un factor común que favorece la proliferación de bacterias y hongos.

Para aplicarlo, espolvorea una capa fina y uniforme de bicarbonato de sodio sobre toda la superficie del sofá, prestando especial atención a las zonas donde el olor sea más fuerte. Deja actuar el bicarbonato durante al menos una hora, aunque lo ideal sería dejarlo reposar toda la noche para maximizar su efecto absorbente.
Pasado el tiempo recomendado, utiliza una aspiradora con boquilla para tapicería y elimina todo el bicarbonato, asegurándote de no dejar residuos. La aspiradora, además de retirar el producto, ayudará a remover polvo y otros restos que puedan contribuir al mal olor.
Si el bicarbonato por sí solo no es suficiente o quieres complementar el tratamiento, el vinagre blanco es otra solución natural muy eficaz para eliminar olores desagradables en el sofá. El vinagre actúa como un neutralizador de olores gracias a su capacidad para eliminar bacterias y descomponer las partículas que generan el mal olor, sin dejar residuos químicos ni dañar la tela.
Para utilizarlo, mezcla una parte de vinagre blanco con una parte de agua tibia en un pulverizador. Aplica esta solución ligeramente sobre las áreas del sofá más afectadas, evitando empapar el tejido, ya que un exceso de humedad podría generar nuevos problemas. Deja que el vinagre actúe durante unos minutos y, si lo deseas, puedes secar la zona con un paño limpio de microfibra. Es importante destacar que el olor a vinagre se disipará por completo una vez que la tela se seque por completo, dejando una sensación de limpieza y frescura.
En casos donde el mal olor persiste o el sofá haya estado expuesto a olores muy fuertes, como humo o humedad prolongada, puedes combinar ambos métodos. Aplica primero el vinagre para desinfectar y neutralizar bacterias y hongos, deja secar bien y, posteriormente, espolvorea el bicarbonato de sodio para absorber cualquier resto de humedad y olor.
Si deseas un toque de frescura adicional, puedes mezclar unas gotas de aceite esencial, como lavanda o limón, con el bicarbonato antes de aplicarlo. Esto dejará una fragancia agradable y natural en el sofá sin resultar invasiva.
Por último, asegúrate de ventilar bien la habitación después de aplicar estos tratamientos. Abre las ventanas o utiliza un ventilador para que el aire circule y el sofá se seque completamente, ya que un secado insuficiente podría generar nuevos olores a humedad.
Cómo limpiar un sofá de tela sin aspiradora
Si no dispones de una aspiradora, limpiar un sofá de tela en casa sigue siendo completamente viable siguiendo pasos similares a los que mencionamos anteriormente, pero adaptando las herramientas y métodos. La clave está en sustituir la aspiradora por alternativas que ayuden a eliminar el polvo y la suciedad superficial antes de realizar la limpieza profunda:
- Utiliza un cepillo de cerdas suaves para desprender el polvo y suciedad de la superficie del sofá. Cepilla con movimientos suaves y siempre en la misma dirección para no dañar el tejido.
- Si tienes un rodillo quita pelusas, pásalo por toda la superficie para recoger pelos, polvo suelto o migas. Es especialmente útil si tienes mascotas.
- Para zonas difíciles o pliegues, puedes usar un paño de microfibra ligeramente húmedo o una esponja limpia, que atrapará el polvo sin esparcirlo.
- Mezcla en un recipiente agua tibia con unas gotas de jabón neutro. El jabón neutro es seguro para la mayoría de los tejidos y no deja residuos dañinos. Humedece un paño limpio de microfibra, escúrrelo muy bien para que quede apenas húmedo y no empape la tela del sofá.
- Frota el sofá con el paño humedecido en la solución jabonosa, haciendo movimientos circulares y suaves. Este método ayuda a remover manchas superficiales y a limpiar la tela en profundidad sin dañarla.
- Para manchas específicas, como las de comida o grasa, puedes aplicar la solución directamente sobre la zona y tratarla con movimientos suaves. Si la mancha persiste, espolvorea un poco de bicarbonato de sodio, déjalo actuar unos minutos y retíralo con el cepillo.
- Si el sofá de tela huele mal, espolvorea una capa fina de bicarbonato por toda la superficie del sofá. Este producto es ideal para absorber olores y humedad atrapados en las fibras.
- Para asegurarte de que la humedad no quede atrapada en el tejido, sécalo bien pasando un paño seco y limpio por la superficie. Acelera el secado abriendo ventanas o utilizando un ventilador que ayude a la circulación del aire. Evita que la luz del sol incida sobre la tela directamente para prevenir que se decolore.
Una vez que el sofá esté completamente seco, utiliza nuevamente el cepillo de cerdas suaves para devolverle uniformidad y suavidad al tejido. Esto también ayuda a eliminar cualquier residuo restante de bicarbonato o suciedad.
Cuidados adicionales para alargar la vida del sofá
- Evita comer o beber en el sofá para reducir el riesgo de manchas.
- Aspira el sofá al menos una vez a la semana.
- Utiliza fundas protectoras si tienes mascotas o niños pequeños para cubrir el sofá y protegerlo.
- Realiza una limpieza profunda cada 3-6 meses.
- Evita usar productos abrasivos como pueden ser la lejía o el amoniaco.