La altura de la mesita de noche es un aspecto fundamental en la decoración y funcionalidad de nuestro dormitorio, prácticamente no imaginamos una habitación sin ellas. Una mesita de noche es un mueble pequeño que se coloca al lado de la cama, diseñado para ofrecer un espacio práctico y funcional donde colocar objetos de uso cotidiano.
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Este mobiliario, aunque sencillo en apariencia, desempeña un papel esencial en la organización y comodidad de los dormitorios. Una elección adecuada no solo aporta armonía estética, sino que también garantiza comodidad en su uso diario. En este artículo, exploramos a fondo cómo es la altura perfecta de estos muebles.
Normalmente, una mesita de noche incluye una superficie superior donde se pueden ubicar lámparas, despertadores o dispositivos electrónicos, y en muchos casos, también incorpora cajones o estantes para almacenamiento adicional. Los materiales y estilos de las mesitas varían ampliamente, desde madera tradicional hasta diseños minimalistas en metal o cristal. El propósito principal de una mesita de noche es proporcionar accesibilidad y comodidad.
¿Por qué es importante la altura de una mesita de noche?
La altura de la mesita de noche es un aspecto muy importante en su diseño y funcionalidad, ya que afecta directamente a la comodidad, accesibilidad y estética en el dormitorio.
La altura adecuada permite que los objetos colocados en la mesita, como una lámpara, un vaso de agua o el teléfono móvil, estén al alcance sin necesidad de hacer movimientos incómodos. Si la mesita es demasiado alta o demasiado baja en relación con la cama, puede resultar incómodo acceder a estos objetos, especialmente al despertarnos o durante la noche.
Para garantizar un uso eficiente, la superficie de la mesita debe coincidir, o estar lo más cerca posible, con la altura del colchón. Esto facilita que puedas alcanzar lo que necesitas desde una posición natural y evita la necesidad de estirarte o inclinarte demasiado, lo que podría causar molestias físicas a largo plazo.
Una mesita de noche con una altura desproporcionada respecto a la cama puede romper la armonía visual del dormitorio. La relación equilibrada entre ambos muebles aporta una sensación de cohesión y orden al espacio, haciendo que el dormitorio luzca más acogedor y bien diseñado.
La altura influye en el tipo de objetos que puedes colocar en la mesita. Por ejemplo, si planeas usar una lámpara de mesa, su altura debe ser proporcional para que la luz se distribuya de manera eficiente al leer o realizar actividades en la cama. Una mesita demasiado baja puede hacer que la iluminación sea insuficiente, mientras que una muy alta podría generar un deslumbramiento incómodo.
Altura ideal para la mesita de noche
La mesita de noche generalmente debe tener una altura similar a la parte superior del colchón. Esto facilita el acceso a objetos como lámparas, libros, teléfonos móviles y otros artículos que puedas necesitar durante la noche. Si tu colchón tiene una altura de 50 cm, la mesita de noche debería tener aproximadamente la misma altura, es decir, alrededor de 50 cm. Sin embargo, una ligera variación de más o menos 5 cm es aceptable según tus preferencias y necesidades específicas.

La altura promedio de una cama, incluyendo la base o canapé y el colchón, suele oscilar entre 50 y 65 centímetros desde el suelo hasta la superficie del colchón. Esta medida puede variar según el tipo de base y el grosor del colchón utilizado. La altura estándar de un canapé suele ser de aproximadamente 34 centímetros. La altura estándar de una base de cama de matrimonio suele oscilar entre 35 y 40 centímetros, incluyendo el somier. El grosor habitual de un colchón es de alrededor de 23 centímetros, aunque puede variar dependiendo del tipo y modelo.
Esta altura facilita que cualquier persona pueda entrar y salir de la cama sin dificultad. Sin embargo, para personas con movilidad reducida o de edad avanzada, se recomienda una altura mayor.
La altura ideal de la mesita de noche, teniendo en cuenta que debe ser la misma que la altura de la cama (incluyendo base y colchón), es de entre 57 y 63 centímetros.
Cómo determinar la altura perfecta de la mesita de noche
Determinar la altura de la mesita de noche perfecta requiere considerar factores clave relacionados con la cama, el uso práctico y la estética del dormitorio. La altura de la cama (base más colchón) es la referencia principal. Como regla general la altura de la mesita de noche debe estar al mismo nivel que la parte superior del colchón o, como máximo, 5 centímetros por encima o por debajo. Esto facilita el acceso cómodo a los objetos colocados en la mesita. Por ejemplo, si tu cama mide 60 cm desde el suelo hasta la superficie del colchón, la mesita ideal tendrá una altura de entre 55 y 65 cm.
Por lo tanto, lo primero que necesitamos es medir la altura a la que queda el colchón.
La mesita debe complementar el tamaño y estilo de otros muebles en la habitación. Si tienes un cabecero alto o una cama de diseño minimalista y bajo, el tamaño de la mesita debería adaptarse para mantener la coherencia visual, siempre en función que nuestra comodidad lo permita, ya que usar la mesita de manera cómoda debe ser lo más importante. Si planeas colocar una lámpara de mesa, la mesita debe permitir que la luz se sitúe a una altura adecuada para leer cómodamente. Asegúrate de que puedas alcanzar todos los objetos sin necesidad de estirarte o agacharte en exceso.
Ten en cuenta que la altura de la mesita de noche no bloquee el paso de, por ejemplo, una ventana a la hora de abrirla, o de las puertas de un armario abierto. Tampoco es recomendable que la mesilla quede mucho más alta que el colchón, ya que podemos golpearnos con ella estando tumbados o a la hora de incorporarnos.
Si tienes dudas, coloca una caja o un taburete junto a tu cama y ajusta su altura con libros u otros elementos hasta encontrar la posición más cómoda. Una vez determinada, busca mesitas que se ajusten a esa medida.
Tipos de mesillas de noche y sus alturas
Existen diversos tipos de mesillas de noche, diseñadas para adaptarse a distintos estilos, necesidades y alturas de cama.
Mesillas estándar
Las mesillas de noche estándar son las más habituales. Su diseño tradicional incluye una superficie plana y, generalmente, uno o dos cajones para almacenamiento. Estas mesillas suelen tener una altura de entre 55 y 65 centímetros, lo que las hace ideales para camas de altura media, típicamente entre 50 y 60 centímetros.
Altura de una mesita de noche flotante
Las mesillas flotantes están montadas directamente en la pared, lo que les da un aspecto moderno y minimalista. Su altura puede ajustarse al instalarse, pero lo ideal es que se sitúen entre 55 y 65 centímetros desde el suelo, alineadas con la parte superior del colchón. Son perfectas para ahorrar espacio y crear un ambiente despejado.

Mesillas bajas
Diseñadas para camas de estilo tatami o minimalista, estas mesillas tienen una altura de entre 40 y 50 centímetros. Suelen tener un diseño simple, sin cajones o con estantes abiertos. Su altura reducida refuerza la estética moderna y relajada que caracteriza este tipo de dormitorios.
Mesillas altas
Pensadas para camas más elevadas, como las de tipo canapé o con colchones gruesos, las mesillas altas miden entre 70 y 80 centímetros. A menudo incluyen varios cajones para maximizar el almacenamiento y están diseñadas para ser funcionales sin comprometer la comodidad.
Errores comunes al elegir la altura de la mesita de noche
Uno de los errores más frecuentes es no tener en cuenta la altura del colchón y de la cama al seleccionar la mesita de noche. La altura de la mesita de noche ser similar o ligeramente inferior a la parte superior del colchón para facilitar el acceso a objetos como lámparas, libros o bebidas. Una mesita demasiado alta o baja puede resultar incómoda, dificultando el acceso a los elementos necesarios durante la noche. Además, puede desentonar visualmente, creando una sensación de desproporción en el espacio.
Antes de comprar una mesita de noche, mide la altura de tu cama desde el suelo hasta la parte superior del colchón. La mesita debería estar aproximadamente a la misma altura o ligeramente por debajo. En caso de que la altura de la cama varíe, considera ajustar la altura de la mesita o elegir una con patas regulables.
No considerar el espacio disponible al elegir la altura de la mesita de noche puede llevar a una pieza que invada el espacio o, por el contrario, quede desproporcionadamente pequeña. Una mesita demasiado alta puede obstruir el paso o interferir con otros muebles, mientras que una demasiado baja puede no ser funcional ni estéticamente adecuada, haciendo que el dormitorio se vea desequilibrado.
Mide el espacio donde planeas colocarla, considerando el espacio alrededor de la cama para facilitar el movimiento. Opta por una altura que se ajuste armoniosamente al espacio disponible sin sobrecargar la habitación.
Elegir una mesita de noche únicamente basada en la apariencia sin considerar las necesidades funcionales puede limitar su utilidad. Es común seleccionar una mesita que no ofrece suficiente espacio de almacenamiento o accesibilidad. Esto puede resultar en desorden y dificultad para acceder a los objetos esenciales, afectando la comodidad y la organización del dormitorio.
Define claramente qué necesitas almacenar o tener a mano en la mesilla, como lámparas, cargadores, libros o ropa de cama adicional. Selecciona una altura que permita un fácil acceso a estos elementos sin comprometer la funcionalidad.
Ignorar el estilo y la estética general del dormitorio al elegir la altura de la mesita de noche puede crear una desarmonía visual. Es esencial que la mesita complemente el diseño y los otros muebles de la habitación. Una que no armoniza con el resto del mobiliario puede romper la coherencia estética del espacio, haciendo que el dormitorio se vea desordenado o poco atractivo.
Considera el estilo de tu cama, armario y otros muebles al elegir la mesita de noche. Asegúrate de que la altura y el diseño de la mesita complementen el ambiente general, ya sea moderno, rústico, minimalista o clásico.
Comprar una mesita sin probar su ergonomía puede llevar a una experiencia incómoda. La altura debe facilitar el acceso sin forzar el cuello o los brazos. Una mesita de noche mal ubicada puede causar incomodidad al intentar alcanzar objetos, afectar la postura y, en casos extremos, contribuir a dolores físicos.
Antes de adquirirla, si es posible, pruébala con tu cama para asegurarte de que la altura de la mesita de noche es cómoda. Si compras en línea, consulta las dimensiones y compara con las medidas de tu cama para garantizar una ergonomía adecuada.
Elegir una mesita de noche sin considerar posibles cambios futuros en la disposición del dormitorio o en el mobiliario puede llevar a una falta de adaptabilidad. Una mesita que no se ajusta a futuros cambios puede volverse obsoleta rápidamente, requiriendo una nueva inversión y generando desperdicio de recursos.
Opta por diseños versátiles y alturas que puedan adaptarse a diferentes configuraciones. Considera mesitas con características ajustables o diseños atemporales que mantendrán su relevancia a lo largo del tiempo.
Seleccionar una mesita de noche basada únicamente en la altura sin evaluar su calidad y estabilidad puede resultar en una pieza inestable o propensa a dañarse con facilidad. Una mesita de noche inestable puede representar un riesgo de accidentes y reducir su funcionalidad. Además, una calidad inferior puede llevar a un desgaste rápido, afectando la estética y la utilidad. Investiga materiales y construcciones que ofrezcan durabilidad y estabilidad. Asegúrate de que esté bien fabricada y pueda soportar el uso diario sin comprometer su estructura.
Elegir la altura adecuada para la mesita de noche es una decisión que va más allá de la estética, involucrando aspectos funcionales y ergonómicos cruciales para la comodidad y armonía del dormitorio. Evitar los errores comunes mencionados no solo mejorará la funcionalidad de tu espacio, sino que también contribuirá a crear un ambiente equilibrado y agradable.
Al considerar cuidadosamente la altura de la mesita de noche en relación con la cama, el espacio disponible, la funcionalidad, la estética general, la ergonomía, la iluminación, la adaptabilidad futura y la calidad, podrás seleccionar la perfecta que complemente tu dormitorio de manera óptima.